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¿Alguna vez te has planteado qué son las mallas de suelo agrícolas? Son estructuras flexibles de polipropileno que se colocan cubriendo el suelo de los cultivos con el fin de conseguir diferentes ventajas.
Hoy repasamos los usos y las aplicaciones más frecuentes de las mallas de suelo en agricultura.
Aplicaciones más frecuentes de las mallas de suelo en agricultura
1. Mallas de suelo para evitar el crecimiento de malas hierbas
¿Las malas hierbas te traen de cabeza? Para controlar las malas hierbas utiliza mallas de suelo, te van a ayudar a evitar que se propaguen en tus cultivos.
Impide la transmisión de luz solar al suelo y reduce la fotosíntesis de todo lo que se encuentre debajo de la misma, por lo que, al no pasar la luz, previene el crecimiento de la mala hierba evitando que las semillas de las malas hierbas germinen y se desarrollen, lo que ayuda a mantener tu huerto y cultivos limpios y libres de maleza.
Lo puedes instalar en suelos de los cultivos tanto en campo abierto como en el interior de invernaderos, por lo que permiten un ahorro sustancial en mano de obra dedicada a las labores de deshierbe.
2. Mallas de suelo para una mejor gestión del agua
¿Cómo te ayuda en la gestión del agua de tu cultivo? Aunque el sistema que utiliza la malla de suelo actúa como una barrera física impidiendo el paso de la luz, sí permite que el agua se filtre, ya que es una tela porosa, por lo que alimenta de agua el cultivo.
Es por este motivo que se suele utilizar para facilitar la instalación de césped artificial en proyectos paisajísticos y habitualmente alrededor de piscinas, ya que permite una evacuación de aguas y evita el encharcamiento en los jardines.
Pero, aunque la malla es porosa, también evita una excesiva penetración del agua en la tierra y mantiene el suelo húmedo durante los periodos secos reduciendo la evaporación. De hecho, se disminuye la necesidad de riego hasta en un 29%, siendo beneficioso para: el crecimiento de las plantas, ayudando a prevenir la erosión del suelo y protegiendo las raíces de las plantas del daño que pueda causar el exceso de humedad.
3. Mallas de suelo para reducir el riesgo de enfermedades
La proliferación de hongos y enfermedades suele ser muy común cuando hay un exceso de humedad. Esto es debido a que un exceso de humedad pudre las raíces y facilita la vida a hongos y otras enfermedades, como por ejemplo Phytophthora, Verticillium albo-atrum o el Micelio blanco de Armillaria.
Para evitar esto la malla de suelo es una solución perfecta porque, al ser porosa, permite que tus plantas respiren y que no se encharquen.
Te damos algunos consejos para reducir las enfermedades:
- Evita el exceso de agua y mejora el drenaje.
- Si ya te has percatado de la existencia de la enfermedad conviene que arranques las plantas afectadas, ya que, se transmite fácilmente a través de las raíces.
- Saca las raíces y no vuelvas a plantar en el mismo lugar, porque no durarán más de 3 años.
- Usar un producto desinfectante no es eficaz, lo mejor es que cambies la tierra ya que, de no hacerlo, el hongo podría formar enfermedades resistentes que duran varios años.
- No existen tratamientos curativos, un cultivo infectado por hongos de suelo es muy complicado de tratar, así que lo importante es la prevención.
Cómo colocar una malla de suelo de forma correcta
Para colocar de forma correcta la malla de suelo, sigue estos pasos:
1. Primero tienes que limpiar y allanar el suelo con las herramientas necesarias.
2. Después rellénalo hasta que quede liso para poder colocar la malla.
3. Despliega el rollo de malla a lo largo del terreno y sujétalo con grapas.
4. Corta la malla, e intenta que quede 10 cm de sobra en los bordes.
5. Realiza un doblez y controla que quede bien sujeta al terreno.
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