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El abono es un tipo de fertilizante que contiene nutrientes que ayudan a los cultivos a desarrollarse y ser más productivos. Existen diferentes tipos de abonos y utilizar uno u otro dependerá de las plantas y las características del suelo.
En el artículo de hoy hablamos sobre 4 tipos de abono y desglosamos sus propiedades para poder entender cuándo y en qué circunstancias decantarnos por el uso de uno u otro tipo.
Tipos de abono y propiedades
Como ya hemos mencionado, son varios los tipos de abono que existen. Decantarnos por la utilización de uno u otro dependerá fundamentalmente de las circunstancias concretas de tus tierras y cultivos.
Estos son los 4 tipos de abono y sus propiedades que debes conocer si te dedicas al sector agrícola:
Abono ecológico
Los abonos ecológicos son un tipo de abono especialmente respetuoso con el medioambiente. Son capaces de enriquecer el suelo, pero previniendo su erosión en el proceso. Logran suministrar nutrientes a las plantas de manera natural y sostenible.
Su origen proviene de materiales orgánicos tales como el estiércol, humus de lombriz, restos de vegetación… Si por algo han adquirido una gran popularidad, además de porque ofrecen una posibilidad más respetuosa con la naturaleza, es porque la producción que proviene de su utilización es más saludable para el consumo.
Puntos clave del abono ecológico
- Su uso favorece el drenaje del suelo y mejora la retención de agua en el mismo.
- Es beneficioso para las plantas puesto que tiene la capacidad de impulsar la actividad de microorganismos de interés.
- Su uso no solo genera beneficios tempranos, sino que conseguirás unos suelos bien estructurados y fértiles a largo plazo.
- Puede ser utilizado en la mayoría de los cultivos, pero destaca principalmente por sus resultados en leguminosas, cizaña y en casos más concretos la colza y la avena, y en invierno el trigo.
Abono orgánico
El abono ecológico es un tipo de abono orgánico, por lo que encontramos grandes similitudes entre ambos tipos. El abono orgánico proviene de materiales orgánicos como el compost, los restos de la descomposición de residuos animales o vegetales y otros muchos materiales biodegradables.
Pueden utilizarse de forma previa a la siembra a modo de preparatorio para el suelo. También son muy empleados con el objetivo de mantener el suelo bien nutrido durante el ciclo de vida de los cultivos y plantas. Se utilizan habitualmente como compostaje, en estos casos no se aplica de forma directa en el suelo, sino que se usa para compostar residuos orgánicos.
Puntos clave del abono ecológico
- Es una opción más sostenible si la comparamos con los fertilizantes químicos y ofrece a los suelos los nutrientes necesarios de forma progresiva y gradual.
- Consiguen un equilibrio en los suelos mejorando sus estructuras, además de que favorecen acciones microbianas muy interesantes para el crecimiento fuerte y sano de las plantas.
- Es especialmente beneficioso usarlo en verduras y hortalizas como los tomates, lechugas y zanahorias, frutas como la fresa y los arándanos, rosas y geranios y algunas plantas y especias tales como la albahaca, el perejil, la menta o el cilantro.
Abono de liberación lenta
Tal y como podemos intuir por su nombre, el abono de liberación lenta se cateteriza principalmente por ofrecer una liberación de los nutrientes que aporta de forma gradual durante un periodo de tiempo prolongado.
De forma opuesta a lo que ocurre con el uso de los fertilizantes de liberación rápida que expulsan sus nutrientes de forma inminente, este tipo de abono ofrece un alimentación continua y sostenida a los cultivos durante periodos de tiempos variados, pueden ser desde semanas hasta meses.
Puntos clave del abono de liberación lenta
- Contienen materiales en su creación que fomentan la liberación lenta de los nutrientes.
- Recubrimientos especiales o compuestos de liberación lenta son los más habituales en su fabricación.
- Son muy útiles en plantas de crecimiento lento, macetas y jardines.
- Tienen un protagonismo mayor durante la primavera y el verano por lograr un crecimiento saludable de las plantas gracias a ofrecer un suministro continuado de nutrientes.
Abonos sólidos
Los abonos sólidos se encuentran en forma sólida, generalmente en tabletas, pellets y gránulos. El abono sólido tiene un procedimiento de funcionamiento muy particular. A medida que el abono va disolviéndose o descomponiéndose se van liberando de manera progresiva y continuada sus nutrientes.
Suelen utilizarse principalmente para generar una fertilización periódica en plantas de maceta, verduras y frutas. También se ha extendido su uso durante los momentos previos a la plantación para preparar el suelo enriqueciéndolo con sus nutrientes.
Puntos clave del abono de liberación lenta
- Es muy popular en el caso de plantas que requieren de una cantidad de nutrientes mayor de lo habitual.
- Su uso se aprecia de forma extendida en cereales y granos como el maíz, el trigo o el arroz, árboles frutales como perales, naranjos o limoneros y hortalizas tales como pimientos, brócoli…
Estos son 4 de los principales tipos de abonos que existen hoy en día, pero también podemos encontrar abonos para huerto urbano, abonos específicos para viña y otros fertilizantes tan particulares como los anteriores.
En Castillo Arnedo tenemos una gran variedad de abonos para diferentes cultivos y plantas. ¡Contacta con nosotros! Te ayudaremos a escoger el que más se adapte a ti y tus objetivos.